Cuando mi blanda Nise
lasciva me rodea
con sus nevados brazos
y mil veces me besa,
cuando a mi ardiente boca
su dulce labio aprieta,
tan del placer rendida
que casi a hablar no acierta,
y yo por alentarla
corro con mano inquieta
de su nevado vientre
las partes más secretas,
y ella entre dulces ayes
se mueve más y alterna
ternuras y suspiros
con balbuciente lengua,
ora hijito me llama,
ya que cese me ruega,
ya al besarme me muerde,
y moviéndose anhela,
entonces, ¡ay!, si alguno
contó del mar la arena,
cuente, cuente, las glorias
en que el amor me anega.
Juan Meléndez Valdés. En 1780 obtiene el premio de poesía de la Real Academia Española con su obra, Batilo. En 1781 vuelve a la Universidad de Salamanca con destino a la cátedra de Humanidades. En 1783 se doctora en derecho. En este tiempo escribe, Las enamoradas anacreónticas y Los besos de amor...Para saber más pulse aquí.
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