Dos sonetos de Juan de Cetina

Amor, si por amar amor se aquista,
si alguna fe de tanta fe procede,
si premio por servir ganar se puede,
si un grave padecer un alma atrista;

si dura obstinación venció conquista,
si pidiendo merced dureza cede,
si a grande mal piedad se le concede,
si a luengo importunar no hay quien resista;

si de tu mano escrito ya en la frente
lo que siento en el alma al mundo muestro,
debería mi dolor hallar remedio.

Mas ya ni podrá ser, ni lo consiente
mi mal, si por algún caso siniestro
no muestra a tu pesar fortuna el medio.
Ando siempre, señor, de pena en pena,
de llanto en llanto y de uno en otro fuego;
ni por andar ni por tener sosiego
dolor afloja o mi fortuna es buena.

El alma de años ya y de daños llena,
que ciega nuestros apetitos ciego
debría volver de tan dañoso juego
a vida más tranquila y más serena.

Si el alma misma es causa de su daño,
¿por qué la causa? Y si la fuerza el hado,
el arbitrio ¿qué es del?, ¿qué libre tiene?

Pues yo no sé entender mal tan extraño,
suplícoos me digáis de este pecado
quién es primera causa o dónde viene.



















Hijo de Juan Lorenzo nació en Cetina, una localidad próxima a Calatayud en 1340. Fue educado en el palacio del señor de Cetina, donde era paje. Ya de joven, desengañado del mundo y de la vida del palacio se retira del mundanal ruido en la ermita de San Ginés, cercana a Cartagena, donde se autoimpondrá una vida de rezo, ayuno y penitencia...Para saber más pulse aquí.

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger... Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...