Descanse en paz...Yevgueni Yevtushenko, poeta Ruso.

La hamaca con sabor a sal 
Como el  tiempo es la inteligente arena,
el tabaco cruje en la bolsita…
como la madera podrida de un viejo barco ballenero, así también  ocurre con la gente y con las redes para pescar.

Y feliz como un hombre viejo
esas transparentes vallas
hechas de viejas redes
escuchan las ruidosas voces de los niños.

Ellas han hecho muchas veces su trabajo aunque están fuera de práctica todavía pescan
algo de basura, lluvias y fósforos gastados.

Ahora una estrella quedó atrapada en ellas
ahora el balbuceo de un amor juvenil 
ahora unas malas palabras de alguien
ahora un fugaz  suspiro.

Ellas agarran de todo, la ráfaga del viento
una frase o la canción que alguien canta
y,  pescando un botón de ropa,
lo sueltan levemente  pero sin mucho apuro.

Y un viejo pescador (esos seres robustos que esquivan la muerte) comienza  él mismo a hacerse una hamaca, viejas redes de pescar que hace mucho  tiempo usó.

Y escondiendo un dolor dentro de si
iba reconociendo en los aislados pedazos 
de la grisácea red y sus nudos sabor salado que se impregnaba en sus dientes.

Se mece  la hamaca con sabor a sal
en el suave susurro de los pinos.
Cada pescador que se jubila
en algún momento viene a ser algo atrapado.
Cuando somos viejos vivimos en una calle estrecha desde la cual miramos hacia nuestro pasado y nos retorcemos en nuestras olvidadas redes.

Tú eras un conversador, un derrochador de dinero. Pero ahora no hay tiempo para peleas. Tu cuerpo tiene costras.
Se mece la hamaca con sabor a sal
creando una ilusión de las aguas del mar.

Pero el mar no llegará a tus orillas, el
cielo permanece traicioneramente despejado.
Mecerse porque uno lo desea es diferente, 
eso requiere algo mucho más que ser sabio.

Y él quiere vientos huracanados y tormentas
al diablo con toda esta comodidad...
Pero si su juventud volviera de nuevo.
Sin embargo él ha renunciado a la sabiduría. 

Pero es falso que tú no seas feliz. Quien no ha conocido las tormentas no es afortunado.  
Y tú eres tan distinta a cualquier otra hamaca que cuelga en una casa de campo.

Tú has conocido cada  golpe de las tormentas
te arrastraron los huracanes más fuertes .
Deja que las hamacas de agua dulce envidien
esta hamaca con sabor a sal.

Hay un sabor especial cuando se mece esta hamaca, aún cuando traiga mala suerte.
Mécete, hamaca con sabor a sal
mécete, mécete, mécete…

Nominado al premio Nobel de Literatura.

Poeta Ruso fallecido el 1/abril, 2017

Yevgueni Aleksándrovich Yevtushenko











































Hijo de Aleksandr Rudólfovich Gangnus, geólogo que también escribía poesía, y Zinaída Yermoláievna Yevtushenko, cantante, el futuro poeta al año siguiente de su nacimiento, en 1933, se ve ya en Moscú, donde la familia se instala en la casa del abuelo paterno. Después del comienzo de la guerra contra la Alemania nazi, en 1941, Yevgueni es evacuado con su abuela a Zimá (Invierno), una estación de ferrocarril en la óblast de Irkutsk, Siberia...Para saber más pulse aquí.

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