Fue ayer que tu madre desató tus trenzas
y al liberarse la negra cabellera,
voló a los aires tu alma quinceañera
cual paloma que se aleja de vergüenzas.
Llevaste a deambular en tu pupila
a la tarde de jilgueros en bandadas
por el reino de los duendes y las hadas,
mariposa de grafitis y mochila.
Tu nombre ha sido bordado por la luna
con destellos que iluminan tu sonrisa,
eres noche con estrellas y eres brisa
que se roba las canciones de la cuna.
Con tus ansias de ilusión, ama la vida,
ámate a ti, no le temas al fracaso
y si encontraras escollos a tu paso,
confía en Dios, jamás te creas vencida.
Rubén Maldonado. Derechos reservados.
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