Después del bombardeo continuado durante el año, con la publicidad de miles de productos a cual con las mejores maravillas, que nos harán la vida mas hermosa, el rostro mas bello y hasta nuestros gases más mentolados, tres meses antes de navidad nos saturan con los regalos mas impresionante del mercado y todo eso con la imagen del niño que nace cada año, los reyes imperecederos, los turrones y otras delicias y como ultima instancia bobalicona, ese empalagoso anuncio de vuelve, a casa vuelve, por navidad...gastate el dinero aquí...
Escribo esto no porque esté en contra de la navidad, cada uno la vive como la siente, lo que estoy es en contra del uso que se hace de este evento que tan importante es para los católicos y otras religiones y que ha monopolizado los gremios profesionales de todo tipo de industria para vender sus productos.
Y ahora aparecen en escena otros personajes como Santa Claus y otros importados de otras culturas, por lo que en Navidad se les está creando a la sociedad nuevas necesidades y con cada vez mas gastos las familias terminan las fiestas ahogadas economicamente.
Ya se que a nadie le pone las compañías una pistola en el pecho para que compren, pero el hombre pierde su libertad desde el momento en que se deja influenciar por esas practicas comerciales y los menos por hacer felices a sus hijos, embargan sus cuentas y los más, por superar la competencia que supone mejorar los regalos del vecino, aunque ellos no se los puedan permitir...
En todo el mundo se gastan miles de millones de euros en estas fiestas navideñas, supuestamente una fiesta religiosa donde tendría que primar el sentimiento de sobriedad como en la biblia nos muestra con María y José viviendo en un pesebre, pero nosotros tiramos la casa por la ventana y ademas sin asomarnos a ella para contemplar toda la miseria en la que viven sus hermanos que no tienen para cobijarse del frio ni para comer, pero tu no miras porque no quieres ver esa realidad que con un poco de corazón te partiria el alma y te amargará el pavo y los reyes...
Preferimos cerrar los ojos para no ver la fatalidad de estas fiestas, la incongruencia de los reyes magos y asi ojos que no ven, corazón que no siente, nos hacemos esclavos de las necesidades que nos crean los demas y así nunca seremos libres...
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