Mi niña, mi niña hermosa,
gata mimosa y salvaje,
diosa de amor y deseo,
gitana de pura sangre,
me están temblando las manos
y esta rugiendo mi sangre
de mirar sin verte nunca
y de oír sin escucharte.
Muñeca de terciopelo,
lucero de media tarde,
tiemblo de amor y deseo
y muero de no adorarte
amarradita a mi cama
Y de vivir sin gozarte.
He mirado el firmamento
buscando donde encontrarte,
soñando en vano tu alcoba,
muriendo por abrazarte,
imaginando tus besos,
la dulzura de tus carnes
y el tierno pozo de fuego
donde tu deseo arde.
Y me he quedado llorando
en un banco de la calle
gritando tu nombre en vano
sin que contestara nadie,
he regresado a mi casa
desperdigado y distante
vacío de no tenerte
perdido de no encontrarte.
De ti alimento mi vida
y sin ti nada me vale,
solo deseo tenerte,
solo deseo abrazarte,
beber de tus manantiales,
hundirme en ti y abrasarme
y entre tus labios de fuego
fundir mi sangre en tu sangre.
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