Me acorralaste con tus ojos negros
y no alumbró más luz sobre la tierra
ni más mirada, que yo no quisiera,
ahogándome toda en tus regueros.
Quiero quemarme con tu fuego lento
que tu boca sea, todita mi agua,
que sea tu cuerpo toda mi magia,
que sean tus ojos todo mi cielo.
Es tu mirada tan inmenso abismo
de amor y beso donde yo me pierdo
para / encontrarme sobre tu cuerpo.
Tal vez mi mundo tan solo sea eso,
beber el jugo de tu lago negro
y vivir muriendo de amor eterno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario