Te doy toda piel morena,
en la tuya dulce asilo,
que gozando no es ajena
cuando al besarla suspiro.
Eres huracán y brisa,
calma, a corazón anhelo,
el cascabel de mi risa
y la ansiedad de mi celo.
Remontas del mismo suelo
al azul del paraíso
y este cuerpo que lo quiso,
se hizo nube de tu cielo.
Golpe de pasión, entrega,
donde la voz se hace trizo
y a grito mi cuerpo ruega
ser lumbre donde me atizo.
Sepulcro eres donde muero,
ahogarme en tu brebaje,
beber agua en tu venero
y moverme en tu oleaje.
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