Perdida en el horizonte
donde tu vista no llega
hay una barca flotante
mecida por las mareas.
En ella yo voy bogando
y acercándome a la playa
mientras te voy divisando
y se estremece mi alma.
Yo casi no me lo creo
al ver con cuanta hermosura
se destaca contra el cielo
el ángel de tu figura.
Y al acercarse mi barca
tus pies no tocan el suelo
que vuelas desde la orilla
para acariciarme entero.
Será solo esto magia
que aunque ni barca yo tengo
tu me vienes a visitar
en el mar de mi consuelo.
Ya no cierro más los ojos
para escribir poesías
que mi sueño más hermoso
es saber de tu alegría.
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