Yo naci bien macareno
y macareno he vivido
hasta el primer jueves santo
que vi a la virgen del rocio.
Si gritaba a la macarena
con garganta y con fervor
en el rocio y su hermita
se desbordaba mi amor.
De Macarena eres guapa
por las calles de Sevilla,
me iba al rocio a cantarle
a esa hermosa maravilla.
Macarena, guapa, guapa
cantaba en la madrugá
hasta que me dolia la garganta
y veia a la virgen llorar.
Y cuando ella se iba
a descansar a su palacio
mis pasos se dirigian
por el ajoli a su paso.
Que tienen mis dos amores
que nunca púde separar,
la lealtad a mi Macarena
de la de la raya real.
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