Me duele tanto tu mirada ausente
que llega como llamarada intensa
rozando mi alma con dolor latente.
Me duele el alba que aparece densa
con risa ajena que llega de largo
liando tus ojos de mirada inmensa.
Me duele el tiempo que paso en letargo
esperando con ansias tu presencia
y que aplaques temores que me cargo.
Me duele el dia que llega sin clemencia
por faltarme tus besos y regazo
llevándome al delirio y la demencia.
Me duele el beso amante que disfrazo
en suspiros sonrientes con encanto
soñando ansiosa con tu eterno abrazo.
Me dueles tanto mi amor, que me espanto
y ávida sigo tu aroma embriagante
de hombre voraz con terneza de santo.
y me abandono en tu piel delirante.
Autor: Martha Irene Sánchez
Managua, Nicaragua
2 comentarios:
A veces el amor duele.
La verdad es que el amor siempre duele...
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