Cuerpo y alma
La razón me distancia de ti, pero el sentido
me adhiere a tu costado como la hiedra al muro;
y sin embargo admito que la razón ha sido
quien te anexó a mi vida, por quien en ti perduro.
Eres más que una idea, pero no te percibo
sino como una sombra, grácil e inaccesible;
sombra que se me acerca con aire fugitivo,
y como aire se pierde, como sueño imposible.
Y a pesar de ser sombra, y a pesar de ser sueño,
y a pesar de ser aire, te acarician mis manos;
una caricia suave, que muere en el empeño,
porque aire, sueño y sombra se perfilan lejanos.
¿Por qué te siente el cuerpo tan cerca, si la mente
tan remota te sabe, tan fuera de mi tacto?
¿Y por qué el mismo cuerpo te reconoce ausente,
si la mente establece su intangible contacto?
La razón me distancia de ti, pero el sentido
me adhiere a tu costado como la hiedra al muro;
y sin embargo admito que la razón ha sido
quien te anexó a mi vida, por quien en ti perduro.
Eres más que una idea, pero no te percibo
sino como una sombra, grácil e inaccesible;
sombra que se me acerca con aire fugitivo,
y como aire se pierde, como sueño imposible.
Y a pesar de ser sombra, y a pesar de ser sueño,
y a pesar de ser aire, te acarician mis manos;
una caricia suave, que muere en el empeño,
porque aire, sueño y sombra se perfilan lejanos.
¿Por qué te siente el cuerpo tan cerca, si la mente
tan remota te sabe, tan fuera de mi tacto?
¿Y por qué el mismo cuerpo te reconoce ausente,
si la mente establece su intangible contacto?
Grace Fdez
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