En ti convergen todos mis deseos
en ti deposité todas mis penas
por este amor que me diste
de mi alma se rompieron las cadenas.
Me enseñaste a amar el propio amor
desatando mi pasión ya prisionera
y en un instante mis otoños grises
transformaste en color de primavera.
Le restastes años a mi vida
supliéndolos con energía vital
una pasión nueva en mi alentaste
amando con mayor intensidad.
Un deseo nuevo y renovado
que en mi vida jamás conocí
a tu cuerpo me dejaste bien atado
y con tu corazón yo me fundí.