bajo el instinto que tiembla de calor
mojo con mis labios tu existencia como el llanto
y de apoco me alimento en tu dolor.
Cultivo con los labios en tu pecho flores de cal
en el éxtasis supremo de todos los sentidos
de romper entre tus piernas suaves telas de cristal
y quedar tu virgen cuerpo a mi cama adherido.
Mi ansia anida en ti como océano completo
acumulando en las venas tu místico olor
como la espuma entre las olas encallecidas
desgatando con mi saliva la línea de tu sudor
Y cuando derrame el rayo blanco de mi esencia
en tu nido trepara un torrente de claridad
que devore furtivamente algún vestigio de inocencia
y derrumbe las paredes de la castidad.
adaptación de un poema del alma
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