Contra la insondable melancolía
levanto la voz en una alabanza,
para disfrutar juntos esta danza
como centro de nuestra algarabía.
Y se levanta el sol de un nuevo día,
en un porvenir lleno de esperanza,
con la brisa suave de la confianza
que deja tranquilidad y alegría.
Este es el sublime amor que confieso
grabado en el lienzo de tu guarida,
sellado en una caricia y un beso.
Son votos de amante comprometida:
¡Tienes a mi corazón libre acceso
por ser el dueño y señor de mi vida!
Para Victor, con todo mi amor
Cristina Corona
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