como a un bocado de damascos de verano
sin más documentos que la marca de amor en mis senos.
Te acerqué a mis purpúreas ojeras
alivianando las noches en que las sábanas fueron fiesta.
Doblado está mi pecho resguardando los intentos
que se hacen suspiro antes que llegue el invierno.
Sé que estarás en cada segundo, en cada minuto que enerva
el pensar que los besos serán fresca lluvia que espera
inundar los labios cuando sea de fiebre la siesta.
Te traje de mil modos...te acerqué de mil maneras,
y una blusa desprendida de blancas gaviotas
llevará tu nombre en los ojales de la siembra.
Allí donde cosechará el alma y allí, donde mi amor te nombra,
sé que estarás enredado en mi pelo, y donde la piel tiembla.
Te perfumaré de mí, y el heno aromático de tus brazos
me traerá tu piel, y me traerá tu encanto.
Un grillo enardecido se posará en lo alto
deteniendo mis indómitas manos
en el momento justo, justo que grite:
¡te amo!
http://susanagea.blogspot.com/
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