aquellos de mi niñez,
había una vieja chiquita
que me quería querer
sin apenas recordar mi nombre
y que no me podía ver.
Solo pasaron dos años
cuando a mi me acariciaba
y me decía Angelito
dame un besito en la cara
que quiero mirar en tus ojos
el brillo de tu mirada.
Eres como un torbellino
nietecito sevillano
pero eres como un sol divino
que tomándome la mano
me conduces a la ermita
a rezar a quien mas amo.
Y solo han pasado dos años
y no recuerda quien soy
pero al cogerla en mis brazos
gran cariño yo le doy
y dos perlas de sus ojos
llorando la recuerdo hoy.
Ángel Reyes Burgos
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