Una lágrima furtiva
el dolor de un sentimiento
cuando arrebatan una vida
después de infringir tormento
y llenan el alma de heridas
de dolor y sufrimiento...
Secuestrado esta tu hijo
la angustia de ti se apodera
y aunque pagues el rescate
lo cubres con la bandera
ese cuerpo que ya inerte
de la muerte es compañera.
Impune quedan verdugos
rotos los padres y hermanos
rotos los sueños perdidos
por las manos de infrahumanos
y siendo mudo testigo
lloro yo como un hermano...
Escrito hoy en memoria de un joven hijo de una amiga de Conchis,
secuestrado y asesinado en México por los mafiosos de siempre. D.E.P.
Ángel Reyes Burgos
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