Te amo, no te utilizo,
tu cuerpo no es contenedor
pues tengo ese buen juicio
de tratarte con amor.
Que tu cuerpo para mi
es como manzana sagrada
que suspira junto a mi
en la dulce madrugada.
Para mi es ese regalo
tan frágil como el cristal
que mis manos acariciando
mi ternura ha de llevar.
No hay esclavitud en tu sexo
que se ofrece generoso
y si yo no lo profano
es un amor delicioso.
Es por eso que te trato
con amor y sensibilidad
y con ese gran respeto
nos damos felicidad...
Ángel Reyes Burgos
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