Somos ardientes corazones
que manos con versos tienden.
Somos valientes leones
donde las fustas no muerden.
Somos oscuros rincones
donde el alma se nos crece
y no tememos a discusiones
cuando justicia merece.
Somos llanto de caídos
y alegría de sol naciente,
grandes y humildes nacidos
del útero de la frente.
Somos del mundo, su fiebre
y de la muerte el luto,
somos el pan y la leche
del sistema disoluto.
Somos la espada que hiere
y el amor más absoluto,
somos fríos copos de nieve
y la gran fuerza del bruto.
Somos los ojos que rompen
el llanto de mil amores,
somos el viento ausente
del canto de ruiseñores.
Somos los que nacen y mueren
en cada poema maldito,
y con su sangre rieguen
la libertad de lo escrito.
C.ROMÁN.( © Derechos Reservados )
No hay comentarios:
Publicar un comentario