Desde el fondo del alma iluminada,
donde está la inquietud del pensamiento,
la poesía nació con el deseo
de expresar los más bellos sentimientos.
Cantándole al amor, a la ternura,
a todo lo que contiene belleza,
a la delicadeza y la dulzura,
y al paisaje de la naturaleza.
La poesía es prodigiosa y mágica,
cuando contiene un mensaje amoroso,
pero se torna maliciosa y trágica,
cuando revela un interés morboso.
No se debe emplear la poesía
para fingir amor con otros fines,
ocultando deseos inmorales,
propios del mal, y de las almas ruines.
Sea bien aventurado el que con versos
genera amor del bueno en quien los lea.
En cambio, quien pervierta su sentido,
y la use para el mal, maldito sea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario