En mi feria de Sevilla
no necesitas dinero
para ver esas maravillas
que bailan sobre el albero
debajo de mil bombillas
con mil estrellas por cielo.
Si ere buen espontáneo
del baile y la diversión
vas por la calle palmeando
entonando una canción.
Y ya te salen los mozos
y las mozas del lugar
con flores o con sombrero
a ese albero a bailar.
El ritmo se mete en la sangre
un vaivén en las caderas
un chupito en el gaznate,
sevillanas por corraleras.
Y cuando se hace de noche
hay tantas luces encendidas
que no hay luz en el horizonte
que le gane la partida.
Ponte el clavel en la solapa
rinde el albero a tus pies
que feria como la nuestra
nunca volverás a ver.
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