Yo soñé con un beso, con un beso postrero
en la lívida boca del Señor solitario
que desgarra sus carnes sobre tosco madero
en el nicho más íntimo del vetusto santuario.
Cuando invaden las sombras el crucero,
parpadea la llama de la luz del sagrario,
y agitando en el puño su llavero,
se dirige a las puertas del recinto el ostiario.
Con un beso infinito, cual los besos voraces
que se dan los amados en la noche de bodas,
enredando sus cuerpos como lianas tenaces...
Con un beso que fuera mi palladium bendito
para todas las ansias de mi ser, para todas
las caricias bermejas que me ofrece el delito.
que desgarra sus carnes sobre tosco madero
en el nicho más íntimo del vetusto santuario.
Cuando invaden las sombras el crucero,
parpadea la llama de la luz del sagrario,
y agitando en el puño su llavero,
se dirige a las puertas del recinto el ostiario.
Con un beso infinito, cual los besos voraces
que se dan los amados en la noche de bodas,
enredando sus cuerpos como lianas tenaces...
Con un beso que fuera mi palladium bendito
para todas las ansias de mi ser, para todas
las caricias bermejas que me ofrece el delito.
Tu brazo en el pesar me precipita,
me robas cuanto el alma me recrea,
y casi nada tengo: flor que orea
tu aliento de simún, se me marchita.
Pero crece mi fe junto a mi cuita,
y digo como el Justo de Idumea:
Así lo quiere Dios, ¡bendito sea!
El Señor me lo da, Él me lo quita.
Que medre tu furor, nada me importa:
puedo todo en AQUEL que me conforta,
y me resigno al duelo que me mata;
porque, roja visión en noche oscura,
Cristo va por mi vía de amargura
agitando su túnica escarlata.
El sonoro nombre de Amado Nervo, frecuentemente tomado por seudónimo, era en realidad el que le habían dado al nacer, tras la decisión de su padre de simplificar su verdadero apellido, Ruiz de Nervo. Él mismo bromeó alguna vez sobre la influencia en su éxito de un nombre tan adecuado a un poeta...Para saber más pulse aquí.
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