Hoy quería poder quemar
un poema que había escrito
y salir para llorar
de un escenario maldito
y las hormigas de mis letras
sacudirlas de mis libros...
Cuantos manuscritos vanos
cuan fútil los intentos míos
de llegar con esos libros
a los hombres que vacíos
posan la vista sin sueños
sobre renglones sombríos.
¿Que quieres maldito papel?
si en mi enemigo te conviertes
dejas cegada mi mente
para cumplir sueños nuevos
y con eso dejas mis anhelos
en tierras de cementerio.
Voy a dormirme de nuevo
soñar que en Cervantes tengo
el color del sentimiento
que en sus letras iba volcando
y yo me mire al espejo
con mis libros celebrando.
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