Un árbol de navidad
junto al pesebre monté
cada deseo una bola
que nunca podré tener.
Unas bolas de esperanza
otras que son de ilusión
y por el camino se quedan
para romper mi corazón.
Las unas por esos niños
que duerme sobre un pesebre
sin amor y sin cariño
ni nadie que por ellos vele.
Yo cantaré villancicos
con mis lágrimas saliendo
por ver como mis sentimientos
poco a poco van muriendo.
Y yo cenaré cien manjares
mientras el suelo que es su mesa
solo contienen pesares
para aumentar sus tristezas.
El árbol ofende mi alma
las luces me dejan a oscuras
cuando la humanidad se calla
el hambre de tantas criaturas.
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