Oh, tarde que pasas dolorida,
cuando te vistes con color rosado
y a través de mi ventana florida
mi mirar húmedo, en gris llorado.
viste mi alma con solícitos cuidados
que sobre mi corazón, luz sombría
a volcado la tarde sus nublados
y la primavera se a vuelto, nieve fría.
Cuando late amor sobre mi pecho
y mi sangre trina como ave prensora,
si mirando el verde del helecho
se torna mi cuerpo, alondra cantora.
Así, como una fuente inquieta
que mis manos tocasen el agua,
es la lírica de esta romántica poeta
cuando arde el fuego de su fragua.
Y pienso... que es toda mi lira
la que tira de las riendas y relata
y mi mente y alma la que delira,
cuando con verso, a mi cuerpo ata.
Si deseáis saber donde reposa
el pedestal e imagen de mi poesía
preguntarle a la hermosa rosa
si sabe ella, del jardín y su armonía.
C. Román, (Derechos Reservados)
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