Nadie escuche mi voz y triste acento,
de suspiros y lágrimas mezclado,
si no es que tenga el pecho lastimado
de dolor semejante al que yo siento.
Que no pretendo ejemplo ni escarmiento
que rescate a los otros de mi estado,
sino mostrar creído y no aliviado
de un firme amor el justo sentimiento.
Juntóse con el cielo a perseguirme
la que tuvo mi vida en opiniones
y de mí mismo a mí como en destierro.
Quisieron persuadirme las razones
hasta que en el propósito más firme
fue disculpa del yerro el mismo hierro.
De cera son las alas cuyo vuelo
gobierna incautamente el albedrío,
y llevadas del propio desvarío
con vana presunción suben al cielo.
No tiene ya el castigo, ni el recelo
fuera eficaz, ni sé de qué me fío,
si prometido tiene el hado mío
hombre a la mar como escarmiento al suelo.
Mas si a la pena, amor, el gusto igualas,
con aquel nunca visto atrevimiento
que basta a acreditar lo más perdido,
derrita el sol las atrevidas alas,
que no podrá quitar el pensamiento
la gloria, con caer, de haber subido.
Juan de Tassis y Peralta, II.º Conde de Villamediana, (Lisboa, 15821 - Madrid, 21 de agosto de 1622), poeta español del Barroco, adscrito por lo general al culteranismo, si bien siguió esta estética de modo muy personal...Para saber más pulse aquí.
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