Cuanto esfuerzo en esta vida
me ha costado sonreír
cuando cubierto de heridas
solo quería morir.
Y mi alma se moría
falta de sueños hermosos
y mi corazón sufría
mojando de llanto mis ojos.
Cuantos amaneceres tristes,
mi alma era un puro llanto
cuando mis sueños felices
se rompían en mil quebrantos.
Y sin poder levantarme,
de nuevo sobre mi almohada
desconsolada llorándome
tenia las fibras del alma.
Y el sol entraba a raudales
queriéndome despertar
y entre crujir de cristales
la vida se me va a escapar.
Pero sabéis una cosa?
que con sonrisas yo sigo
alimentando mi vida
de poesía y de suspiros.
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