Aún recuerdo los momentos
en que rugía mi gran poder ,
ahora entre rejas y tormentos
no sé ni lo que debo hacer.
Aquí solo me estimulan
los juegos del vaivén,
cinco metros disimulan
lo que un día fue mi edén.
¿ Qué hago yo aquí
en tu triste escaparate?
si sé bien que yo nací
para vivir siempre en combate .
Camino con mis fracasos
sin importar la dirección,
persigo siempre unos pasos
que me llevan sin ton ni son.
Cinco metros sucios
me regalo tu ciudad,
cargado estoy de vicios
por culpa de la ansiedad.
A veces me llego a perder
en mi sucia habitación
hasta que me dejo caer
siempre en el mismo rincón.
Añoro en todo momento
aquella figura de madrugada,
mi melena suelta al viento
y rodeado de mi manada.
Cada noche me entretengo
huyendo de la realidad
y en mis sueños obtengo
mi perdida libertad.
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