Camino por sendas de barro y arena;
y, temblando al borde del ayer y el hoy,
me puede la duda de saber si soy
algo en tu sonrisa o en mi amarga pena.
Yo a tu lado, ebrio; tú, siempre serena...
Te miro y a veces no se donde estoy;
como un rio sigo la corriente y voy
buscando un recodo de bonanza plena.
Siendo yo mi dueño, me siento tu esclavo,
mas eso no importa, solo pediría
que no corras tanto, pues yo voy detrás .
Con dolor te digo, y con él acabo,
que cuanto mas doy, más es mi alegría,
sin embargo tú ni las gracias das.
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