Poco después que su cristal dilata,
Orla el Dauro los márgenes de un Soto,
Cuyas plantas Genil besa devoto,
Genil, que de las nieves se desata.
Sus corrientes por él cada cual trata
Las escuche el Antípoda remoto,
Y el culto seno de sus minas roto,
Oro al Dauro le preste, al Genil plata.
Él, pues, de rojas flores coronado,
Nobles en nuestra España por ser Rojas,
Como bellas al mundo por ser flores,
Con rayos dulces mil de Sol templado
Al mirto peina, y al laurel las hojas,
Monte de musas ya, jardín de amores.
Su vida estuvo llena de penurias y le costó publicar sus obras, pero sus versos le hicieron inmortal gracias a la reivindicación de su figura siglos después de su muerte. (Gongora)
En sus poesías se solían distinguir dos períodos. En el tradicional hace uso de los metros cortos y temas ligeros. Para ello usaba décimas, romances, letrillas, etc. Este período duró hasta 1610, en que cambió para volverse culterano, haciendo uso de metáforas difíciles, muchas alusiones mitológicas, cultismos, hipérbatos, etc., pero Dámaso Alonso demostró que estas dificultades estaban ya presentes en su primera época y que la segunda es una intensificación de estos recursos realizada por motivos estéticos...Para saber más pulse aquí.
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