.
¡Oh!, tierra, madre tierra ¡Dios te guarde!
Soportas como nadie la agonía,
desdén, angustia, pena y apatía
en las manchadas manos del cobarde.
La sangre de mis venas corre y arde
por tu extensa y asaz anatomía.
¡Oh!, tierra eres alegre compañía
incluso en la penumbra de la tarde.
Me embarga la emoción cuando te miro
y con esa emoción espero verte
mañana, si la noche no me entierra.
Hay un deseo por el cual suspiro,
cuando el sol se levante y me despierte
recíbeme en tus brazos, madre tierra.
Fotografía y poema :
No hay comentarios:
Publicar un comentario