No podré describirte (por mucho que lo intente)
el dulce afecto “Lourdes” que tu nombre me inspira,
aunque dieran los dioses razones con su lira
no es más lo que se dice, sino, lo que se siente.
Yo podría pintarte los soles de poniente,
el baile de la llama cuando se mueve y gira,
los cielos más hermosos o el mar cuando suspira ,
mas no hay pincel que pinte, tu afecto francamente;
ni del amor entregado nacido de la nada,
o ese fuego del alma, que prende por entero.
No puedo describirlo, ni en pintarlo confío
Mas si tu quieres “Lourdes” me basta tu mirada;
si el corazón entiende lo que es decir “te quiero”
puedes dejar tu nombre invisible junto al mío.
y un mismo desafío ,
el hacerse visibles los dos, con su inscripción,
compartiendo el espacio de un solo corazón.
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