La pasión se ha instalado
en los poros de mi cuerpo
y habita en mi piel
provocando el deseo.
Pasión que muerde la noche
testigos son los luceros
las estrellas que me arropan
con su luz todo mi cuerpo.
Y tiemblan mis labios húmedos
por adentrarse en tus besos
y dibujar con mi lengua
cada rincón de tu cuerpo.
Mis manos son gaviotas
que posan en mi su vuelo
para acariciar las esquinas
tus valles y tus senderos.
Mi cuerpo es el volcán
de fuego del mismo fuego
la lava que ha despertado
con tu cuerpo del sueño.
Quemame en tu pasión
con el fuego de tu fuego
que quiero arder contigo
en ese fuego eterno.
2 comentarios:
Dos almas que se convertirán en llamas gemelas.
Apasionados versos que invitan a encender el fuego, abrazotes.
Gracias Cristina, hacia unos días que no entraba a saludarte y hoy me apunte a esos momentos mágicos.
Mil gracias y un abrazo grandeeee, que llegue hasta Uruguay...
Publicar un comentario