se secaron mis ojos de tanto dolor,
mi vida vacía sin reposo y calma,
la esperanza muerta carente de amor.
Una lucha a muerte con mis enemigos,
mis vicios, mujeres, dolor y traición,
perdí mil batallas entre mis amigos,
pero le gane una guerra a mi corazón.
Fundida en negra tenia mi vida,
sin color ni pasión para festejar,
sangraban de dolor todas mis heridas,
vacío de mi mismo y sin nada que dar.
La ultima batalla a mi enemigo mortal,
lo afronté cara a cara como fiero león,
me enfrente a mis mentiras y mi falsedad,
hasta que ardió en llamas mi desolado corazón.
Sucumbieron las llamas a un canto de vida,
libre de mis culpas y lleno de ilusión,
se cerraron por completo todas mis heridas,
quedándome el fuego de amor en el corazón.
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