A un valentón metido a pordiosero.
Un valentón de espátula y gregüesco
que a la muerte mil vidas sacrifica
cansado del oficio de la pica
mas no del ejercicio picaresco.
Retorciendo el mostacho soldadesco
por ver que ya su bolsa le repica,
a un corrillo llegó de gente rica
y en el nombre de Dios pidió refresco.
Den voacedes, por Dios, a mi pobreza
les dice; donde no, por ocho santos,
que haré lo que hacer suelo sin tardanza.
Mas uno que a sacar la espada empieza:
¿Con quién habla le dijo el tiracantos?
¿Qué es lo que suele hacer en tal querella?
Respondió el bravonel: Irme sin ella.
Diálogo entre Babieca y Rocinante.
¿Cómo estáis, Rocinante, tan delgado?
Porque nunca se come y se trabaja.
Pues, ¿qué es de la cebada y de la paja?
No me deja mi amo ni un bocado.
Andad, señor, que estáis muy mal criado,
pues vuestra lengua de asno al amo ultraja.
Asno se es de la cuna a la mortaja;
¿queréislo ver? Miradlo enamorado.
¿Es necedad amar? -No es gran prudencia.
Metafísico estáis. -Es que no como.
Quejáos del escudero. - No es bastante:
¿cómo me he de quejar en mi dolencia
si el amo y escudero o mayordomo
son tan rocines como Rocinante?
Según Américo Castro, Daniel Eisenberg y otros cervantistas, Cervantes poseía ascendencia conversa por ambas líneas familiares; por el contrario, su último biógrafo, Jean Canavaggio, afirma que no está probado y lo compara con los documentos que apoyan esta ascendencia sin lugar a dudas para Mateo Alemán; en todo caso, la familia Cervantes estaba muy bien considerada en Córdoba y ostentaba allí y en sus cercanías cargos importantes...Para saber más pulse aquí.
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