Cuando solo sea huesos
llevarme con la Catrina
que allí celebran a los muertos
con risas y con golosinas.
Quiero mover mis caderas
al ritmo de esa señora
y reír con las calaveras
de día y a todas horas.
Y cuando llegue la noche
con los muertos por la calle
quiero que mis huesos caminen
con mi Catrina del talle.
Que me pongan en un altar
con calaveras de dulce
y botellas de tequila
en medio de tantas luces.
Que morirse en ese México
es morir con alegría
que es como morir de sueños
de ilusiones y fantasías.
Que allí da gusto morirse
porque muerto no estas solo
y en esos hermosos altares
los huesos parecen de oro.
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