Lo que me duele de este silencio,
de este ¡quisiera y no puedo hacer!
son estos años vanos, perdidos
que llevo a cuestas de mi niñez.
Siglos tragando farsa y basura
vivaqueando en la oscuridad
cerrando el paso a la rebeldía
rabia, impotencia, noches sin paz.
Siglos ahogando mi propio grito
saboreando la mezquindad
poniendo precio a mi propia vida
marcando el paso sin rechistar.
Sigo econdiendo la testa en tierra
como un reflejo del avestruz
Siempre hay un hoyo donde esconderse
Telebasura, grifa o alcohol
Siempre hay un precio para venderse
Fama, dinero, poder, temor.
No, no he podido vencer los miedos
amordazado sin rechistar
y en mi egoísmo callo y otorgo
cierro los ojos finjo ignorar.
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