Aún sin cerrar los ojos, te reclamo
en las tibias esquinas del recuerdo,
donde el silencio augura que te pierdo,
donde estallas en luces si te llamo.
En ti, sombra de sueño, me derramo,
y, aire tú, sólo el aire abrazo y muerdo;
y este dolor en mi costado izquierdo
subraya que te amé y cuánto aún te amo.
Cómo flotas en mí, cómo navegas
en este mar que soy, mas no sosiegas
las turbulencias que el deseo agita.
En mí, sin ti, te tengo y te carezco,
creo dormir contigo, y amanezco
con esta rebeldía que te grita.
2 comentarios:
Muy bellos versos, dan sosiego.
Me gustó lo que compartes...a veces es necesario perderse en el mar para encontrar la calma.
Abrazos amigo!!!
La calma me la transmites tu cuando me haces un comentario tan dulce como este. Muchas gracias Cristina y te dejo un abrazo para que termine hermoso tu día.
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