El poema anterior a esta entrada, Sueños rotos, premonición,
que escribí hace dos años en poemas del alma...
es muy probablemente un poema de reflexión sobre el motivo que me trae a esta entrada.
No soy psicólogo ni experto en la materia de parejas, solo habla mi experiencia
y tampoco estoy en posición de dar consejos a nadie, solo pretendo con esta reflexión
dar un aldabonazo en las conciencias de esas parejas que pasan por problemas
de estabilidad emocional, e intentar que conmigo profundicen en las posibles soluciones.
En una pareja un incentivo muy importante es el sexo y la pasión y si lo abandonamos
estamos creando un caldo de cultivo para que se instale la desidia, el aburrimiento
y el desinterés físico por la pareja que conlleva a la falta de deseo.
Es muy probable que nuestra libido y apetencias no hayan disminuido
y tengamos que satisfacer solos nuestras apetencias sexuales si uno es muy activo,
pero esas autosatisfacciones si seguimos deseando y amando a nuestra pareja,
producen mucha tristeza si con quien deseamos estar es realmente con ella.
Es por eso que tenemos que estar muy atentos a esas señales que nos llegan,
de un progresivo enfriamiento de nuestras pasiones dentro de la pareja,
estar permanentemente con esas pequeñas atenciones y esas palabras de estimulo
que hagan incrementar los deseos y el apetito sexual.
No cabe duda que una relación plena entre amantes que se desean y se aman,
esta condicionada por una buen relación sexual que incrementa el deseo y la pasión
y que a la vez y de forma considerable aumenta el amor entre los dos.
Que su amor y su pasión no mueran por el abandono lentamente...
Ángel Reyes Burgos
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