En el oasis de tu cuerpo
calmo la sed que me agita
pensando que no estas lejos
y que tu me necesitas.
Te traigo hasta mis recuerdos
con tus labios suaves me tocas
y apasionado respondo
con dulces besos a tu boca.
Besos que son de amapola
de rojo fuego de amor
besos que son las delicias
de tu cuerpo y tu pasión.
Mis dedos se hacen gaviotas
que vuelan sobre tus mares
rozando con suavidad
tus llanuras y tus altares.
Yo te traje hasta mi mente
para hacernos el amor
y el grito de tu silencio
inundó mi corazón.
Ángel Reyes Burgos
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