Como pasa la vida, tan callada
las grietas en el alma, nos vence
se apaga la luz de la mirada
y la tristeza en los ojos, crece.
Yo era un niño que antaño, reia
con la pureza de un noble corazón
y los lobos se comieron esa alegría
depredadores furtivos, de la ilusión.
Que se puede hacer cuando en silencio
dejas jirones de tu piel en el suelo
que puedes hacer cuando ya en el cielo
no vuelan las palomas del consuelo...
Mirarte al espejo recordando emociones
que mantuvieron serena tu mirada clara
retomar la alegría y las ilusiones
que se quedaron guardadas, dentro del alma.
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