Igual parece a los eternos dioses
Quien logra verse frente a ti sentado:
¡Feliz si goza tu palabra suave,
Suave tu risa!
A mí en el pecho el corazón se oprime
Sólo en mirarte: ni la voz acierta
De mi garganta a prorrumpir; y rota
Calla la lengua
Fuego sutil dentro mi cuerpo todo
Presto discurre: los inciertos ojos
Vagan sin rumbo, los oídos hacen
Ronco zumbido.
Cúbrome toda de sudor helado:
Pálida quedo cual marchita hierba
Y ya sin fuerzas, sin aliento, inerte
Parezco muerta...
Hablar de Safo es convocar sentimientos intensos vinculados con el amor y el erotismo.
Todos los que disfrutan de su poesía, lo saben. Safo es una poetisa griega de la antigüedad que vivió una vida casi de leyenda, en la isla de Lesbos que está cerca de la costa turca. Para saber mas, aquí.
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