Quiero que me leas, por favor, hasta el final.
Quiero simpleza en mis palabras.
Quiero no caer en análisis profundos, de mareadas reflexiones contradictorias o citas complejas.
Quiero no caer en análisis profundos, de mareadas reflexiones contradictorias o citas complejas.
Quiero amor en cada letra.
Quiero sonreír, como ahora, cuando te escribo.
Quiero amor libre, de la única manera que existe.
Quiero amor revolucionario.
Quiero amor del que te hace amarte primero a ti y luego a mí.
Quiero amor violento, que se cague a palos con el miedo.
Quiero amor que no se entienda, único.
Quiero amor de crecimiento.
Quiero amor compañero.
Quiero amor que muera de risa haciendo el amor.
Quiero amor en la cama sin sexo de excusa.
Quiero amor que se muera de frío, de calor, de fiebre, de tos, de mañas.
Quiero amor de ahora, con planes de viajes y casamientos e incertidumbres del fin de semana.
Quiero amor de códigos.
Quiero amor sin carátulas ni mensajes públicos.
Quiero amor con mensajes claros, a los ojos.
Quiero amor fuerte en los errores.
Quiero amor que ame entre rencores olvidables por más amor en las entrañas.
Quiero amor que extraña pero entiende.
Quiero amor que siempre ayuda.
Quiero amor que deja huella.
Quiero amor que duela en sus favores y te haga sentir realizado.
Quiero amor seguro, confiable en su máxima expresión.
Quiero amor único que no se vende.
Quiero amor rebelde.
Quiero amor que potencie las virtudes y las causas de una historia.
Quiero amor con memoria positiva.
Quiero amor que no intoxica.
Quiero amor que te haga grande, libre y mejor persona.
Quiero amor que se muera de amor y solo más amor lo destruya.
Quiero amor que lucha.
Quiero amor como un nido.
Quiero amor que ni el cine pueda contar con sus personajes esbeltos y de ojos claros.
Quiero amor raro, nuestro.
Quiero amor real, que se equivoque y aprenda.
Quiero amor que lea, por favor, hasta el final.
¿Se preguntaron cuanto tiempo de nuestras vidas ocupamos esperando inconscientemente la llegada de una persona que nos ame de una forma sincera y leal? ¿Cuánta es la energía depositada en ilusiones puestas en otras personas que verdaderamente no existen en ese presente?
¿Qué hacemos para merecer ese amor? ¿Cuánto nos valoramos para ser los destinatarios de aquello que mueve al mundo? ¿Cuánto nos queremos a nosotros mismos para darle lugar a que otro nos quiera de igual forma? Si, de igual forma. Nadie nos va a querer más que nosotros.
Así, valorando cada paso, el amor llega y es hora de cuidarlo.
¿Te crees que capaz de vivir una historia real de amor?
Jugar a fondo todos los días por ese amor.
Y nunca te olvides de esto: Juega
Rompe el VÉRTICE.
Te amo, mucho.
Léeme: T E A M O.
Te dije:
Quiero que me leas, por favor, hasta el final.
Y yo, quiero mucho lo que quiero.
Lo que quiero, es sagrado.
Lo que quiero, es sagrado.
Gracias crayolita, TE AMO:
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