Adiós , adiós adiós , adiós con pena,
es fuerte este pesar que se desata,
la sangre se congela y me arrebata
el gozo; la impotencia entra en escena.
Adiós , adiós adiós, tu adiós me apena,
la tipica pregunta me retrata,
y alguna triste lagrima delata
que tu ausencia también es mi condena.
Tristísimo es versar, aunque lo intento,
lloran todas mis letras una a una
en esta despedida inoportuna.
Adiós, adiós adiós, por el momento,
a cada verso mío habrá un murmullo
que me hará recordar alguno tuyo.
Siempre en mi corazón.
Ramon Bonachi
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