Como una cinta de fuego
Galopando, galopando
Crin revuelta en llamaradas
Mi alazán, te estoy nombrando.
Trepo la sierra con luna
Cruzo los valles nevando
Cien caminos anduvimos
Mi alazán, te estoy nombrando.
Oscuro lazo de niebla
Te pialo junto al barranco,
¿Cómo fue que no lo viste?
¿Qué estrella estabas buscando?
En el fondo del abismo
Ni una voz para nombrarlo,
Solito se fue muriendo
Mi caballo, mi caballo.
Sobre la horqueta de un tala
Hay un morral solitario.
Hay un corral sin relinchos
Mi alazán, te estoy nombrando.
Galoparon, galoparon
sobre arenas de los mares
ágiles caballos blancos.
Unos caballos blancos
que nunca tuvieron amos.
Sobre arenas de los mares
los caballos galoparon.
Llevaban las crines sueltas:
cabelleras de muchachas
que unas túnicas vestían
como los caballos, blancas.
Qué galopar tan certero,
qué crines sueltas al viento
en un correr tan ligero!
Si por algo yo lo siento
es porque no te vi a ti
sobre uno de ellos, corriendo.
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