Yo quiero un claustro en mi boca muda
para llegar hasta el clímax del sosiego,
que no llegue el eco de palabra aguda
a reventar los oídos de un amor ciego.
Que me abrume silencio mientras niego
escuchar notas dulces de melancolías,
que oculta entre las sombras no reniego
de gotas de agua y sal, que caigan frías.
No hay peor lluvia como el memorar
a monótono corazón cuando padece
y tristemente les vengan a recordar
la nube gris, que sin cielo se adolece.
Como gran clamor hecho tormenta
que incesante perfora y se siente
así es el amor cuando acrecienta
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